Hace unos años el anuncio del proyecto de construir una piscina de olas artificiales en San Sebastián (Guipúzcoa) en la loma de un entorno rural, Antondegi, movilizó a numerosos grupos (ecologistas, conservacionistas, asociaciones de vecinos, colectivos de surfistas, baserritarras, etc.) que consideraron que el proyecto era negativo en muchos aspectos.
Se trataría una infraestructura de olas artificiales de 6 hectáreas (unos 6 campos de fútbol), destrozando una loma de grandes valores ecológicos, teniendo olas naturales a tan solo 4 kilómetros.
Estos grupos crearon un colectivo, Antondegi Berdea, con la finalidad de coordinar y articular diferentes iniciativas para hacer que el proyecto propuesto por el Ayuntamiento no era positivo para la ciudad. Desde el mismo colectivo se valora muy positivamente la decisión anunciada recientemente por el Ayuntamiento de cancelar la construcción de la piscina de olas en el municipio y de declarar la loma como zona no urbanizable debido a sus valores naturales y su función como corredor ecológico.
El pasado 17 de mayo se dio a conocer, mediante una filtración a un periódico local, que el gobierno municipal de San Sebastián apuesta firmemente por clasificar como rural la loma de Antondegi. Esta decisión implica dar marcha atrás en el proyecto de construcción de la piscina de olas artificiales anunciado a finales de 2020.
El proyecto de la ola artificial consistía en construir una piscina de olas en una de las pocas lomas no urbanizadas del municipio y de gran valor ecológico, como se había acreditado1. Según la información que avanzó el gobierno local, la construcción de la ola en dicho espacio habría supuesto la urbanización de 6 hectáreas (más de 6 campos de fútbol) en la parte alta de la loma, además de la construcción de nuevos accesos rodados. En total, se haría uso de unas 9 hectáreas.
El anuncio del proyecto por parte del Ayuntamiento movilizó a numerosos grupos (ecologistas, conservacionistas, asociaciones de vecinos, colectivos de surfistas, etc.) que consideraron que el proyecto era negativo en muchos aspectos. Así nació el colectivo Antondegi Berdea, con la finalidad de coordinar y articular diferentes iniciativas para hacer ver a la ciudadanía que el proyecto propuesto por el Ayuntamiento no era positivo para la ciudad.
Algunos de los aspectos negativos asociados al proyecto de ola artificial en Antondegi que se señalaron eran los siguientes:
- Degradación de la red de corredores ecológicos del municipio.
- Degradación de una de las escasas zonas de la ciudad que mantiene un ecosistema de campiña atlántica en buen estado.
- Afección negativa a numerosas especies de animales,
- Impulso de un desarrollo urbanístico no sostenible e incompatible con la preservación del medio natural.
- Destrucción de suelo agrícola destinado a producir alimentos de cercanía y alteración de un espacio rural conservado en buen estado.
- No responder a una demanda de las/los surfistas, aumentar la masificación de nuestras playas y contribuir al proceso de turistificación de la ciudad.
Según declaraciones de Xabier Saralegi, socio de Itsas Enara Ornitologia Elkartea y miembro del colectivo Antondegi Berdea: “valoramos muy positivamente la decisión anunciada por el Ayuntamiento de cancelar la construcción de la piscina de olas en Antondegi y de declarar la loma como zona no urbanizable debido a sus valores naturales y su función como corredor ecológico”.
Para Xavier Curto, coordinador de Surfrider España, miembro del colectivo “Podemos confirmar que esto ha sido una victoria ambiental, impulsada por todas las acciones que hemos realizado desde la sociedad civil. Estamos contentos de que, tras todo este esfuerzo, se haya llevado al centro del debate la importancia ecológica y el impacto ambiental de un proyecto así”
El colectivo ha dedicado un gran esfuerzo a campañas de información, divulgación sobre la biodiversidad de la zona: recogida de firmas, elaboración de informes de impacto ambiental, trabajo con la administración, movilización de surfistas, protesta en la calle, etc. Son trabajos y actividades donde han participado y colaborado de forma altruista un gran número de ciudadanos y colectivos sociales, demostrando la buena salud del espíritu democrático, crítico y constructivo de la sociedad civil.
Tras haber alcanzado los objetivos fundacionales de este colectivo, se anuncia que cierra su ciclo de vida, haciendo un balance muy positivo de nuestro recorrido.
Para concluir, recogemos las declaraciones de Jabi Iraizoz, surfista de San Sebastián y miembro de Antondegi Berdea: “quisiéramos agradecer el trabajo altruista de la multitud de personas que, de alguna manera, han formado parte de este colectivo: al colectivo de surfistas, a los grupos ecologistas, a los vecinos y vecinas, a baserritarras, a los grupos conservacionistas, a los investigadores e investigadoras del ámbito académico, y a todas las personas que han participado en nuestras actividades y nos han apoyado”.
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