CARTA A LOS MIEMBROS DEL PARLAMENTO EUROPEO

LA CRISIS DE LOS PELLETS DE PLÁSTICO REVELA DEBILIDADES EN LA PROPUESTA DE REGULACIÓN DE LA UE

Tras la pérdida de otro contenedor, las costas de Galicia, Asturias y Cantabria (España), a lo largo de la costa Atlántica, están siendo invadidas por una implacable marea de microplásticos. Esas pequeñas partículas que llegan a la orilla son pellets de plástico, y componen la materia prima utilizada para fabricar todos los productos plásticos.

Como coalición de ONGs, alzamos nuestra voz colectiva para pedir acciones que frenen esta catástrofe medioambiental consecuencia del manejo deficiente de toda la cadena de valor del plástico. Esto puede conseguirse con la adopción de una legislación ambiciosa por parte de la UE.

La ONG gallega, Noia Limpa, fue la primera en dar el aviso de alarma revelando la impactante dimensión de la contaminación por microplásticos. La magnitud de este fenómeno, resultante de la pérdida de contenedores en el mar por parte de un barco, resulta asombrosa. En las más de mil bolsas pérdidas se encontraron más de cien en la costa española, cada una de las cuales podría contener hasta un millón de pellets de plástico. Algunos de los sacos han sido rasgados, permitiendo la fuga de estos microplásticos —compuestos de polietileno y estabilizadores UV— en el medio ambiente. La mayoría de las bolsas aún no se han encontrado y ninguno de sus dos posibles destinos son positivos: o se alejan a la deriva contaminando otras regiones o permanecen en el océano liberando su carga peligrosa.

Una vez en el océano, los pellets flotan, acusando un daño generalizado a la flora y la fauna. Su reducido tamaño vuelve imposible su recogida. Más allá, los pellets contienen aditivos nocivos, como estabilizadores de luz UV, y actúan como imanes de toxinas y medios de transporte de sustancias tóxicas, aumentando los riesgos para la salud humana y el medio ambiente.

Pero esta crisis no es un caso aislado de Galicia, sino que es un problema europeo e incluso global. Han sido cada vez más ONGs las que durante los últimos años han venido reportando la contaminación por microplásticos, y dado que se espera que la producción de plástico crezca, este problema no hará más que intensificarse drásticamente.

Esta crisis no es exclusivamente un problema de transporte marítimo. Es una muestra del manejo descuidado de los pellets de plástico por parte de todo un sector industrial. Estos microplásticos son derramados en todas las etapas de la cadena de valor, desde las fases de producción y conversión hasta las etapas de reciclaje y transporte. Solo en la Unión Europea se estima que se pierden 160.000 toneladas de pellets de plástico cada año.

Los acontecimientos actuales no hacen más que subrayar la necesidad de fortalecer las medidas de la UE para prevenir esta contaminación y finalmente hacer responsables a los contaminadores. Es alarmante que, hasta el momento, los contribuyentes sean quienes soporten el coste de los innumerables incidentes de contaminación en toda la UE.

La buena noticia es que la legislación europea está actualmente bajo revisión, tras una propuesta de regulación presentada por la Comisión Europea en octubre de 2023. Sin embargo, según está redactado, el texto sería demasiado débil para marcar una diferencia significativa. Sorprendentemente, aun siendo responsable de la catástrofe gallega, el transporte marítimo queda exento de cualquier requisito. Otra gran deficiencia es que las empresas más pequeñas de la cadena de valor de plástico se ven beneficiadas por medidas simbólicas insuficientes para prevenir el derrame de pellets.

La UE debe abordar urgentemente este vacío regulador, y la cultura de la impunidad debe ser eliminada. Se necesita una regulación ambiciosa e integral. Por tanto, priorizar la prevención debe ser innegociable y exigir responsabilidad a los manipuladores de pellets —sin importar el tamaño de la compañía o el modo de transporte, incluido el marítimo— una demanda universal.

El cambio real solo se conseguirá si los miembros del Parlamento Europeo dan un paso al frente y demuestran coraje político bajo el mandato actual. Con las elecciones de la UE a solo unos meses, los actuales miembros del Parlamento serán juzgados por su habilidad para responder en términos prácticos a los problemas enfrentados por los ciudadanos europeos. El tiempo de medidas incompletas y promesas vacías se ha terminado; los ciudadanos exigen acciones decisivas ahora.

Hacemos un llamamiento al Parlamento Europeo para que intensifique la lucha contra la contaminación por microplásticos mediante la adopción de una regulación integral y ambiciosa.