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Acuerdo histórico de la UE sobre los pellets de plástico

La UE ha acordado una nueva regulación histórica sobre los pellets de plástico para reducir la contaminación por microplásticos, pero las lagunas y los retrasos pueden minar su impacto

A medianoche, tras largas horas de negociación, el Parlamento Europeo, el Consejo y la Comisión Europea han alcanzado un acuerdo de última hora sobre el esperado Reglamento de la UE destinado a prevenir las pérdidas de pellets de plástico en el medio ambiente, una fuente importante de contaminación por microplásticos. Esta decisión se ha producido tras otro desastre reciente relacionado con el vertido de pellets en aguas europeas, frente a la costa inglesa, tras la colisión de dos barcos, ilustrando lo frecuente que se ha vuelto esta problemática. Desde la alianza europea Rethink Plastic se ha lamentado que haya exenciones concedidas a empresas pequeñas. Aun así, creemos que es un enfoque pionero para reducir esta fuente de contaminación que puede ser evitada.

Hay avances positivos, pero los retrasos y debilitamientos podrían afectar a su impacto

El acuerdo mantiene el objetivo claro de “pérdida cero de pellets” e introduce una jerarquía de acciones necesaria: la prevención como prioridad, seguida por la contención de los vertidos y, como último recurso, la limpieza o retirada. Esto, combinado con medidas obligatorias como el uso de embalajes, equipos, formaciones e infraestructuras adecuadas, representa una mejora significativa respecto a las iniciativas voluntarias existentes, y refleja el creciente reconocimiento de que sólo una prevención proactiva puede reducir eficazmente la contaminación por microplásticos.

El reglamento adopta además un verdadero enfoque integral en la de cadena de suministro, abordando las pérdidas y vertidos de todos los actores de la cadena de valor (incluidos transportistas de dentro y fuera de la UE), así como en todas las etapas: producción, transformación, transporte, almacenamiento, limpieza y reprocesamiento.

De forma crucial, el sector marítimo queda incluido en el ámbito del reglamento, una inclusión esperada durante mucho tiempo tras múltiples desastres marítimos. Al hacer vinculantes las recomendaciones hasta ahora voluntarias de la Organización Marítima Internacional (OMI), la UE sienta un precedente fuerte de liderazgo frente a la contaminación marina por pellets. Sin embargo, el año adicional que se ha concedido como período de transición es un retraso excesivo e injustificado, considerando que muchos buques europeos ya están siguiendo estas recomendaciones.

La introducción de auditorías independientes obligatorias para medianas y grandes empresas es un paso adelante importante. Las empresas que manipulan más de 1.500 toneladas de pellets de plástico al año deberán obtener un certificado emitido por un organismo acreditado. Esto aporta una verificación externa regular y necesaria, alejándose autoevaluaciones voluntarias como el programa Operation Clean Sweep. Sin embargo, el reglamento no siguió la recomendación oficial de la Convención Regional de Mares OSPAR de 2021, que pedía aplicar el sistema de certificación a organizaciones de todos los tamaños, sin excepción, para garantizar una prevención integral en todos los actores implicados.

El acuerdo también sienta una base más sólida en términos de transparencia en la cadena de suministro. Los transportistas, tanto de la UE como de fuera, deberán ahora declarar obligatoriamente las pérdidas de pellets. Aunque no se exige aún un informe en tiempo real ni verificaciones independientes, el reglamento incluye nuevas obligaciones para informar sobre pérdidas con impactos negativos en la salud humana o el medioambiente, incluyendo las cantidades perdidas, las causas del incidente y las medidas de limpieza adoptadas. Aunque los datos anuales seguirán basándose en estimaciones de las empresas, estas mejoras representan un claro avance respecto a versiones anteriores.

Medidas clave debilitadas durante las negociaciones

Pese a estos avances, el acuerdo final exime de supervisión independiente a la mayoría de las pequeñas y medianas empresas (PYMEs), las cuales representan el 98 % de la transformación de plásticos y el 97 % del transporte y almacenamiento. En lugar de aplicar un enfoque basado en el riesgo el reglamento exime a operadores que manipulen menos de 1.500 toneladas al año por instalación —un umbral alto (el equivalente a 75 mil millones de pellets al año en una sola instalación).

Más preocupante aún, incluso pequeñas empresas que manipulan más de 1.500 toneladas anuales podrán beneficiarse de obligaciones reducidas, incluyendo una certificación única que deberá realizarse cinco años después de la entrada en vigor del reglamento. Esto excluye a un número significativo de operadores industriales de pellets. Compromete de esta forma, la vigilancia y el cumplimiento a largo plazo. Sin una supervisión regular, se socava el objetivo principal de una prevención integral en toda la cadena.

Conclusión

Con esta regulación, la UE ha dado un primer paso importante para combatir la contaminación por pellets. Sin embargo, para cumplir verdaderamente la promesa de una pérdida cero de pellets, es fundamental aplicar la normativa sin demora, cerrar las lagunas legales y garantizar su aplicación efectiva. Este reglamento establece los cimientos; ahora corresponde a los Estados miembros, la industria y la sociedad civil garantizar que funcione en la práctica.

Citas

“El acuerdo llegó justo cuando el último informe del JRC expone una realidad preocupante: a pesar del compromiso de la UE de reducir la contaminación por microplásticos un 30 % para 2030, las emisiones de microplásticos están aumentando, incluso en el océano. Con microplásticos detectados en la sangre y órganos humanos, no hay espacio para medidas a medias. Eximir a las PYMEs  puede crear una brecha peligrosa y que se carguen los costes sobre la ciudadanía y otros sectores.”
Lucie Padovani, Responsable de incidencia sobre Basura Marina en Bruselas, Surfrider Foundation Europe.

“Hace solo unos meses, las empresas del polo petroquímico de Tarragona protestaban por unas las medidas impuestas tras una victoria legal histórica. Mientras se oponían a medidas básicas contra los vertidos de pélets, la UE acaba de aprobar un reglamento obligatorio, mucho más ambicioso y con alcance europeo. Aunque lamentamos las exenciones concedidas a pequeñas empresas, este paso demuestra que la contaminación por pélets ya no puede tratarse como un simple accidente. Lo que antes fue una victoria legal local, hoy es política europea.”
Jordi Oliva, Cofundador de Good Karma Projects.

Una victoria ciudadana frente a los pellets de plástico. Celebramos que el nuevo reglamento europeo incluya por fin al sector marítimo en la regulación de los pellets de plástico, haciendo por fin vinculantes las recomendaciones de la OMI. Es un paso importante, pero el año extra de transición concedido es un retraso injustificado. Desastres como el del Toconao en Galicia, o el reciente vertido en el mar del Norte, solo un año después, demuestran que esta amenaza es urgente. Este avance legislativo es fruto directo de la presión social y del trabajo incansable de ONG como Surfrider y GoodKarma Projects. Desde Noia Limpa animamos a la ciudadanía a seguir movilizándose y denunciando. Porque es precisamente esa participación la que ha demostrado que, juntos, podemos cambiar las cosas.” Dayana Del Puerto, Confundadora de Noia Limpa.